domingo, 11 de mayo de 2008

El Real, otra vez campeón español


Probablemente una de las cosas que más echo de menos de México sea acudir al estadio Hidalgo para disfrutar de un partido de los Tuzos del Pachuca, acompañado de un nutrido grupo de amigos y familia; convertidos todos, aunque sea por noventa minutos, en seudo expertos del deporte que más disfrutamos los mexicanos.

Quizá por eso, buscando el ambiente que mucho extraño y empujado por la gran expectación que a su alrededor se había generado, decidí buscar entradas para el partido de fútbol que se celebraría el pasado miércoles 7 de mayo entre el Real Madrid y su eterno rival, el F.C. Barcelona.

Tarea que poco después comprobé no era nada fácil, a menos que hubiese adquirido los boletos con varias semanas de anticipación o dispusiera de los mil euros – casi 17 mil pesos – que solicitaban por tener la gentileza de “vender” un encendedor y “ceder” dos entradas los revendedores, cuya indeseable presencia, según pude corroborar, parece ser de carácter global.

Una vez tomé conciencia de la cruda realidad y ante la imposibilidad de disponer del dinero reservado para cubrir la colegiatura de mi master, decidí abortar la tarea y montar un operativo de “emergencia” para poder disfrutar del partido.

Gracias a los buenos oficios de mi esposa Ana Lilia, quien acondicionó el hogar para tal efecto, me dispuse a observar el encuentro en el televisor familiar, mismo que sostengo bien podría competir por el record guinness al más pequeño del mundo.

Afortunadamente el tan promocionado partido cumplió ampliamente las expectativas planteadas – aunque nunca será comparable con la emoción de ver campeón al Pachuca.

En efecto, el 7 de mayo de 2008 pasará a los anales de la historia del Real Madrid, como aquel en el que el equipo capitalino complació a su afición con prácticamente todo a lo que en dicha condición puede aspirar.

Ese día, jugando en casa, los merengues convirtieron la noche en una feria de goles, al anotar cuatro tantos a su histórico adversario, que de milagro alcanzó a marcar el de la honra en el minuto 86.

También festejaron el título de la liga española de fútbol, al que habían accedido matemáticamente desde su anterior partido el pasado domingo, al derrotar a domicilio al Osasuna de Pamplona.

Cabe recordar que a diferencia de nuestro país, en el campeonato español no hay dos torneos cortos, sino uno solo, y tampoco existe lo que conocemos como liguilla, en la que se impone quien resulta vencedor de un proceso de cuartos de final, semifinales y final.

En España se corona campeón de la primera división el equipo, de los veinte que la componen, que obtenga más puntos a lo largo de la temporada, que inicia a finales de agosto o principios de septiembre y concluye en los últimos días de mayo o en los primeros de junio.

Ante un Santiago Bernabéu abarrotado – su cupo oficial es de 75,000 espectadores, con un promedio de 98% de asistencia por partido – y 9.2 millones de televidentes, los pupilos de Bernd Schuster, se dieron el gusto de ver como sus contrapartes catalanes, muy a su pesar, cumplían con deportividad la regla no escrita de hacer, antes de iniciar la contienda, el “pasillo” al rival en caso de que éste cuente con los puntos necesarios para ser campeón de liga.

Al canto de “campeón, campeón” la afición madrileña disfrutó como si fuesen siglos los treinta segundos durante los cuales los azulgranas y su director técnico recibían con una valla humana y aplausos a los del Real Madrid.

El morbo llegó a tal grado que a las afueras del Santiago Bernabéu se vendían camisetas con la leyenda “Yo viví el pasillo”. Incluso una decena de actores interpretaron la escena a la salida del metro la mañana del partido.

Hace 20 años, el primero de mayo de 1988, fue la última ocasión en que los de Barcelona hacían “el pasillo” a los de Madrid.

En aquel entonces uno de los homenajeados fue Hugo Sánchez, considerado por madrileños y españoles un “jugador de leyenda” del equipo y del fútbol en este país.

Coincidentemente este resultado afecta directamente a los equipos españoles con mexicanos entre sus filas. Concretamente a cuatro de los cinco jugadores y el único entrenador de nuestro país, pues el R.C. Deportivo la Coruña de Andrés Guardado se mantuvo sin cambios a media tabla.
Así las cosas, los resultados influyeron en Rafael Márquez y Giovani Dos Santos, ambos jugadores del F.C. Barcelona, que además del mal rato en el Santiago Bernabéu pasa del segundo al tercer lugar de la liga española, por lo que pierde su pase directo a la Liga de Campeones de Europa, teniendo que jugar una especie de repechaje

De hecho, el segundo lugar ahora lo ocupará el equipo Villarreal F.C. en el que juega como delantero el “Guille” Franco.

Gracias a la victoria sobre el Recreativo, a quien el Guille anotó uno de dos goles, el equipo del mexicano obtiene una segunda posición que considera “histórica” y el boleto automático a la Liga de Campeones.

Por el contrario, el Osasuna de Pamplona, en el que alinea el quitanarroense Carlos Vela, desafortunadamente se mantiene como el tercer peor equipo de la liga, aún con posibilidades de descenso.

Los resultados de esta jornada también resultaron adversos para el Atlético de Madrid que dirige el ex entrenador tuzo Javier Aguirre.

Debido a la victoria del Sevilla frente al Racing, los andaluces empataron temporalmente en puntos en el cuarto lugar a los del estadio Vicente Calderón, que tras derrotar al Españyol se despegaron a sólo tres puntos de los sevillanos.

De no quedar entre los mejores cuatro equipos de la liga española, el equipo del “Vasco” Aguirre se quedaría sin posibilidades de jugar la famosa Champions League.

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