domingo, 12 de octubre de 2008

Crisis financiera: Políticos a prueba


Por si a alguien no le quedaba suficientemente claro, la semana que pasó sirvió para despejar cualquier duda respecto de la magnitud y alcances de la crisis financiera mundial.

El viernes 10 de octubre el índice Ibex 35 de la bolsa de valores española cayó como nunca lo había hecho. En una sola jornada perdió un 9.14% con lo que acumuló perdidas del 21.2% en una de las peores semanas de que se tenga memoria para el parqué español.

Según los expertos, si bien en esta caída tuvo que ver la inercia mundial, el que la bolsa española fuera la más castigada de toda Europa tuvo otra explicación: el temor por los mercados financieros de América Latina, especialmente de México y Brasil, en donde tres de las principales empresas españolas –Telefónica y los bancos BBVA y Santander– tienen fuertes intereses.

El hecho de que los analistas europeos observen un riesgo real y latente de un deterioro en la economía de nuestro país debe ser motivo para que nuestras autoridades pongan manos a la obra, sobre todo porque se presenta después de haber sido anunciadas las medidas que buscan evitarlo.

Porque es durante las crisis –sean éstas financieras o de otra índole– cuando los políticos deben justificar los cargos que ocupan o desean ocupar y demostrar, simple y sencillamente, de qué “madera” están hechos.

En situaciones de altísima complejidad deben despojarse de sus colores partidistas y renunciar a intereses personales o de grupo, para pensar en función del interés general.

Todas y cada una de sus acciones debe enfocarse desde una visión de Estado, que obliga a tener miras de largo alcance y efectividad para resolver los problemas que plantea el corto plazo.

Estadistas como Benito Juárez, Charles de Gaulle o Mahatma Gandhi, pasaron a la historia por la capacidad que demostraron para resolver situaciones de crisis, sin perder de vista el valor superior al cual debían servir: el bienestar de sus respectivos pueblos.

Sin lugar a dudas el momento actual lo es y, por lo tanto, se debe actuar en consecuencia.

En crisis la única constante es el cambio. Lo que ayer era de una forma seguramente al día siguiente será de otra; surgen nuevos problemas y la naturaleza de los que existían con anterioridad se modifica a una velocidad que rebasa los esquemas tradicionales de toma de decisiones.

Lo anterior provoca que los márgenes de maniobra sean muy estrechos. Cual experto neurocirujano en medio de una complicada operación, las decisiones de los políticos no pueden ser tardías, pero tampoco erróneas, dada la dificultad de corregir el camino mal andado.

En el caso particular de España y México apenas esta semana se comenzaron a tomar las primeras decisiones para hacer frente a una crisis que, como ya se ha comentado en otras colaboraciones, se veía venir desde hace mucho tiempo.

Mucho se podría ahondar en torno a la lentitud con la que se tomaron y anunciaron los respectivos paquetes contra la crisis. Es un hecho que las cosas podrían haberse hecho mejor.

Sin embargo, no es éste el tiempo de mirar hacía atrás, pues lo importante es resolver el presente, sin comprometer el futuro. En estos momentos la crítica política debe cambiar tanto su naturaleza como sus objetivos.

Ésta debe estar sustentada en un análisis objetivo de la realidad, ser constructiva y tener como principal y único objetivo ayudar a resolver los retos que las circunstancias nos plantean.

La búsqueda de rendimientos políticos de corto plazo e incluso de tipo electorero, si bien nunca es deseable, menos aún lo es cuando los países pasan por momentos de gran dificultad.

Los partidos políticos deben actuar con absoluta responsabilidad para garantizar que a una situación de carácter global no se sume un entorno nacional de encono y ausencia de diálogo político. Deben comprender que “el horno no está para bollos”.

Si bien es cierto que estamos frente a una crisis global que deja poco margen de maniobra, también lo es que debemos cerrar filas en torno a aquellos que tienen los elementos y la obligación constitucional de garantizar la estabilidad económica de México.

Es fundamental que el gobierno federal deje claro que esta situación no la resolverá sólo y que requiere del consenso y el apoyo permanente de todas las fuerzas políticas.

Además de los instrumentos de política fiscal y monetaria ya anunciados, sería deseable un gran pacto nacional en el que las fuerzas políticas y los sectores productivos se comprometieran a remar en un solo sentido para mantener el barco a flote.

http://www.oem.com.mx/elsoldehidalgo/notas/n887634.htm

1 comentario:

  1. El 14 de octubre de 2008 CESAR O. GONZÁLEZ escribió:

    Hola espero que estés bien, aquí como te podrás imaginar existe una gran preocupación por todo lo que está pasando en el mundo. El inicio de todo esto es bastante complejo, por un lado hay personas que ven como responsables a los banqueros de EUA por la forma en la que otorgaron créditos. Hay otros que hacen un fuerte reclamo al sistema financiero por su falta de regulación. Los mercados crean nuevos instrumentos financieros, cada vez más complejos pero al final con poca o casi ninguna regulación sobre su funcionamiento. Por supuesto no faltan los que también han criticado muy fuerte el sobre-endeudamiento de las familias en EUA. Sin duda todo esto es parte del problema pero yo me voy mas con la idea que he leído de Richard Fisher ( Banco de la Reserva Federal De Dallas) y de Xavier Sala-i-Martin (Universidad de Columbia) .

    Dejando a un lado ciertas diferencias que tienen en sus respectivas tesis a la hora de explicar el problema, llegan a una misma conclusión: La crisis fue creada, o al menos es una consecuencia, de una política monetaria que permitió la inapropiada expansión del crédito. Bajo este argumento si bien no se deja a un lado los errores que existen en el sistema financiero o de que esto es otra prueba mas de la “falla de los mercados” le dan un peso mayor al papel que deberían de haber jugado las instituciones gubernamentales algunos años atrás. En pocas palabras, no estaría mal decir que hubo una “falla de políticas publicas”.

    Es muy interesante ver el problema desde otra perspectiva. A finales de los 90´s en los países desarrollados se dio un aumento muy grande del crédito y por correlación se veían tasas de interés sumamente bajas. Estos dos ingredientes son necesarios para comprender como se empezó a hacer más fuerte el aumento del riesgo en los mercados. Lo que siguió es todo el desajuste financiero tan comentado en los últimos días (hipotecas subprime, quiebra de bancos, derivados financieros, etc..) Ahora, aquí es donde se pone interesante la cosa. La política monetaria en particular en EUA estaba enfocada hacia el crecimiento económico y no se dieron cuenta (o no quisieron) del problema que se venía encima a consecuencia de una política monetaria muy relajada con tasas tan bajas, que provoco que los bancos buscaran rendimientos en mercados muy riesgosos. Esto no es un asunto menor por que en estos momentos EUA sigue utilizando su política monetaria para reactivar la economía bajando todavía más las tasas de interés. Es importante que en EUA estudien bien las causas del problema a fin de no caer en errores de política monetaria, otra vez. La pregunta del millón es ¿Qué es más importante, el crecimiento económico o la estabilización de los mercados financieros?

    Ahora, aquí en México el debate se centra no en si afectara la crisis de EUA o no sino en la magnitud. El sistema financiero como tal no creo que tenga mayores problemas, salvo algunas excepciones se ve que la va a librar. Los ahorradores por este lado no van a tener problemas. En la economía como tal, existen ya identificados por lo menos 6 puntos por las cuales seremos afectados:

    Restricciones al crédito y aversión en cierta medida a los mercados de capital

    Caída de la demanda de las exportaciones mexicanas

    Caída de las remesas enviadas por los mexicanos en EUA

    Probable reducción de los precios del petróleo por la menor demanda de energéticos en el mundo

    Reducción de inversiones extranjeras y nacionales a causa de la incertidumbre

    Reducción de los gastos realizados por turistas extranjeros



    Aquí el problema es que no se va a poder cuantificar la magnitud del impacto hasta tener bien estudiado cada uno de estos factores (La crisis en EUA todavía no acaba). Esto no creo que se pueda lograr en el corto plazo, va a tardar. Por lo pronto las estimaciones de crecimiento no alcanzan el 2 % para el 2009. Esto seguramente traerá muchos problemas con el empleo, aquí es donde está el problema mayor ya que solo en este año va a ver un déficit de empleos de alrededor de 600,000. Esta falta de empleos sumado a los problemas que van a tener las empresas para obtener créditos le va a pegar al mercado interno.

    Si bien muchos analistas coinciden en que la crisis no nos va a pegar tan fuerte como a EUA e incluso será menor que cualquiera que hayamos vivido en el pasado también coinciden en que 2009 por lo menos será un año más difícil que este. Así es que a aplazar proyectos y a ser prudentes con los gastos (tarjetas y cualquier crédito de tasa variable).

    El gobierno la semana pasada anuncio un plan anticrisis, el cual consiste a fin de cuentas en aumentar el gasto de gobierno y crear infraestructura muy al estilo de lo que se hizo en EUA en los años 30 basados en algo que estaba de moda en aquellos tiempos :El Keynesianismo. La idea básicamente es dar un impulso a la economía de manera artificial la cual se puede hacer de dos maneras, la primera es aumentar la oferta monetaria y la segunda aumentar el gasto publico con déficit. Al final en el sentido estricto viene siendo lo mismo. Solo habrá que ir a los libros de historia para saber en que acabo el asunto en 60´s y 70´s. No muy buena idea, aunque claro en aquellos tiempos se siguió con el modelo durante muchos años. Otra preocupación aquí es que todavía no queda claro de dónde van a financiar ese déficit.

    Estoy completamente de acuerdo contigo cuando dices que en estos tiempos de crisis es el momento en que nuestros políticos deben de dejar a un lado los colores partidistas y sus luchas por el poder para hacer su trabajo mejor que nunca y ver por el bien común. Esto es lo que de verdad necesitamos para salir de una situación como la que tenemos enfrente. Ningún plan anticrisis (menos uno tan mediocre) nos servirá si no cambiamos las reglas del juego.

    Necesitamos nuevas reglas. Una reforma fiscal en donde todos paguemos impuestos, en donde desaparezcan los privilegios tanto en los deciles de arriba como en los de abajo, por supuesto sin descuidar mediante instrumentos, los cuales existen, a los más pobres a fin de el gobierno realmente participe en la distribución de la riqueza. Una reforma laboral que haga más flexible el mercado laboral, que quite “conquistas” laborales ridículas y que premie la productividad. Una reforma que nos de un sistema de justicia en donde realmente esta sea pronta y expedita, que realmente defina y proteja los derechos de propiedad. Una verdadera reforma de Pemex, que no importe si tiene que ser 100% estatal o no. Si se deja entrar capital privado o no, lo que debería interesar es que realmente funcione como una empresa. Que sea productiva, transparente y competitiva.

    Estas reformas ayudarían más a aliviar el escenario económico y lo mejor es que no costarían tanto dinero pero para esto necesitamos que los políticos hagan su trabajo por que me queda claro que somos muchos mexicanos echándole ganas y haciendo el nuestro. O no?

    Te mando muchos saludos, te mando también unos links buenos que tienen que ver con la crisis. En El País igual han salido cosas interesantes, hay artículos y entrevistas buenas con Joseph Stiglitz, checalo.



    http://economix.blogs.nytimes.com/

    http://gregmankiw.blogspot.com/

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