domingo, 19 de abril de 2009

Refinería de Tula: los retos que vienen. Primera parte



El gobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong, se anotó para sí y para el estado que gobierna un enorme éxito con la decisión de Pemex de designar a Tula como el municipio en el cual instalará su nueva refinería.

De paso, demostró a propios y extraños que el capital político y la política en sentido amplio sirven para mucho más que para ganar elecciones y gozar de altos niveles de aprobación ciudadana.

Antes, durante y después de la famosa pasarela de gobernadores en Pemex, Osorio Chong dejo claro que haría lo necesario para defender la propuesta de Tula, sin que ello significara convertir la cuestión en una bandera política o de disputa, como tristemente intento hacerlo algún otro gobernador, quien al conocer la decisión presidencial melodramáticamente se dijo “enfurecido y bravo” –cualquier cosa que esto pueda significar–.

A pesar de la escasa claridad inicial y de los diversos intereses –algunos legítimos y otros no tanto– que giraron en torno a la decisión federal e intentaron influirla, el mandatario hidalguense facilitó el camino al presidente Felipe Calderón que, al no encontrar una estrategia de encono de parte del gobernador de Hidalgo, contó con el escenario político propicio para decidir con base en criterios técnicos objetivos y no en lógicas partidistas ni de grupo.

Y es que, como bien comprendieron el ejecutivo hidalguense y el presidente de la República, gobernar es tomar decisiones, no aplazarlas. Ni la política timorata y sectaria, ni las falsas poses y las sonrisas circenses sirven para obtener y sacar adelante proyectos de esta envergadura.
Es por ello que las circunstancias hacen necesario tomar decisiones políticas y de política pública que respondan a los grandes retos que un proyecto de tales magnitudes impone al estado que lo albergará y al país que en mayor medida lo financiará.

Aunado a los desafíos técnicos que la propia construcción y puesta en operación representarán para Pemex, –que van desde una adecuada licitación, hasta la aplicación de tecnologías de vanguardia y el destierro de prácticas ineficientes que garanticen la competitividad internacional del nuevo complejo–, es posible apreciar los siguientes grandes retos, que seguramente tendrán su respectiva respuesta a nivel de política pública:

EL RETO DE CORTO PLAZO O DE LA TIERRA
El primer reto –el que se aprecia como el más urgente de todos– es el de corto plazo, que tiene que ver con la donación de parte del gobierno de Hidalgo de las 700 hectáreas de tierra solicitadas por Pemex para instalar el tren de producción de la refinería.

Si ya de por sí es altamente complejo negociar haciéndolo defendiendo los legítimos intereses de los propietarios de la tierra y los recursos públicos –el dinero de todos– con el que se pagarán los predios, sin perder de vista el concepto de interés público, lo es aún más hacerlo con la “espada de Damocles” colgando sobre la vida de un proyecto tan importante para la entidad.

Los 100 días otorgados por la paraestatal, además de antojarse escasos, generan incentivos negativos y colocan a una de las partes de la negociación en una situación de extrema y pasajera ventaja, que podría dificultar las pláticas y seguramente demandará todo el talento, la creatividad y la firmeza del equipo responsable de negociar. No por nada el gobernador de Hidalgo anunció que temporalmente se trasladará a la zona hasta en tanto cumpla dicho cometido.

Una rectificación de Pemex en cuanto a lo breve y cerrado del plazo sería de mucha utilidad para todas las partes y para que el gobierno estatal pudiese cumplir –incluso antes de los 100 días– con la entrega de la tierra, sin someter la negociación a las presiones especulativas a las que actualmente se encuentra expuesta.

EL RETO DE LA FINANCIACIÓN ESTATAL
En este sentido, dado que Hidalgo es un estado en el que los recursos presupuestarios en lo absoluto sobran y las necesidades sociales son aún muy amplias, el tema de la obtención de los fondos con los cuales se adquirirán las tierras y se realizarán otras inversiones es de vital importancia.

Dadas las características del proyecto y para no destinar recursos que son vitales para otras regiones, se aprecia viable –entre otras muchas opciones– hacerlo por medio de una emisión extraordinaria de deuda estatal de largo plazo o a través la creación de un fondo –en el que podría participar la iniciativa privada hidalguense–, soportados con los ingresos que previsiblemente obtendrán el gobierno estatal y municipal mediante los desarrollos privados de diversa especie que deseablemente se generarán alrededor de la nueva refinería.

Para ello, es fundamental identificar los espacios de generación de valor del proyecto para que en ningún caso existan “free riders” o “gorrones” que, sin aportar nada a cambio, se vean beneficiados con los esfuerzos presupuestales de los gobiernos federal, estatal y municipal.

EL RETO DE LARGO PLAZO O DE LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA
Si bien la actual administración estatal se anotó un éxito al lograr que la decisión federal favoreciera al estado y seguramente se anotará uno adicional al cumplir con la entrega de la tierra solicitada, también le corresponderá un desafío aún más grande que los dos anteriores: construir una base sólida de planificación a través de la cual la refinería se inserte dentro de los planes municipales, estatales y nacionales de desarrollo como un elemento que impulse la mejora de las condiciones de vida de los hidalguenses de manera eficaz, eficiente y sostenible.

Tal como lo señaló el gobernador Osorio Chong en la entrevista que minutos después de anunciada la decisión le realizó Don Carlos Sevilla para EL SOL DE HIDALGO, la refinería trascenderá su mandato constitucional, pues será licitada en 2010, iniciada su construcción en 2011 y puesta en operación en 2015.

A este respecto viene como anillo al dedo la frase del presidente Adolfo Ruiz Cortines “No siembro para mi, siembro para México”, que resume el compromiso de los servidores públicos de nunca perder la visión de largo plazo, dando respuesta a las necesidades inmediatas.

En el marco de un Estado Democrático y de Derecho esta visión se imprime a través de una adecuada planificación estratégica. En este sentido, la nueva refinería de Tula representa un reto en la materia que se habrá de abordar con todos los medios políticos y técnicos posibles.

Se trata de una oportunidad, como pocas en la historia, de redefinir lo que en términos de políticas públicas se denomina “sueño estratégico” y en el ámbito de la empresa privada “redefinición del mercado de referencia”. O lo que es lo mismo, aprovechar la nueva refinería para dar un nuevo rumbo al estado en su conjunto.

SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE EL DOMINGO 26 DE ABRIL…

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1 comentario:

  1. yo veo este logro para hidalgo dese dos angulos.
    1. es un triunfo para el gobierno de hidalgo que haya podido lograr atraer esta inversion tan importante al estado eso habla de que tenemos no solo a un mandatario si no tambien a un buen lider que esta comprometido, involucrado y que ademas participa activamente en el desarrollo de un estado que por demas siempre ha sido reelegado de las grandes inversiones del pais y si ha soportado algunas cargas sociales (contaminacion rio tula por ejemplo). a este repecto deseo que ojala y si lo planeen con vision de futuro. no hay que olvidar que en pocos años el agua y la alimentacion seran asuntos de seguridad nacional por ello es que exorto a que la refineria sea instalada en terrenos improductivos y que no afecten a ninguna zona agricola de riego hubicada en el valle del mezquital (tlahuelilpan, tlaxcoapan, etc). tambien que respeten las zonas mineras llamense cementeras o caleras.
    2.- por otro lado yo creo que es mala onda el hacer que este proyecto trascienda al sexenio. si no mal recordamos el presidente propuso que se construyera la refineria con motivo de la actual recesion economica, al aprobar la construccion de este proyecto se tendria una gran derrama economica que daria trabajo a una gran cantidad de mexicanos lo cual hace sentido que a traves del gasto se fortalezca el consumo y por que no tambien se motive la inversion tanto nacional como extranjera pero ahora salen con que siempre no ¿que debemos pensar aquellos mexicanos que si tenemos memoria?.
    que en la presidencia no tienen control sobre las decisiones que comunican al pueblo?.
    que los espots publicitarios son una forma de distraer a la opinion publica y hacer tiempo en una de esas se acaba el sexenio y no cumplen ni minimamente lo que prometieron en campaña (trabajo). entonces si al final del sexenio los mexicanos tendremos que soportar una carga social mas alta expresada en mayores costos de la vida, mayor delincuencia por falta de ingresos etc. y la presidencia tendra como premio un nuevo color verde, blanco y rojo para el proximo sexenio el cual seguramente si va a poder cumplir con los compromisos.

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