lunes, 24 de noviembre de 2008

¿Hasta dónde se ha inflitrado el narcotráfico en México?


Publicado en la columna "Itinerario Político" de El Universal con el título "¿Operación Limpieza o Estado fallido?" -24 de noviembre de 2008- por: Ricardo Alemán.

El narcotráfico, como el cáncer, está en todas las células sociales
El mal ataca a todos: instituciones, iglesias, empresas, deportes, medios…

¿Es posible dar crédito a la ingenuidad de que el crimen organizado y el narcotráfico sólo han penetrado la PGR, la SIEDO o la PFP?

Parece pertinente la interrogante, porque en su reciente gira por el sur del continente —sobre todo en su escala en Chile—, el presidente Calderón propuso que la llamada Operación Limpieza —suerte de purga entre altos mandos del gabinete de seguridad con presuntos vínculos con el narco—, se extendiera del Poder Ejecutivo al Judicial, en cuyos círculos de privilegio la corrupción y penetración del crimen organizado y el narcotráfico son más que un escándalo; se trata de una verdadera romería que enriquece a casi todos.

Pero algo debe estar mal —si no es que muy mal—, como para que el propio presidente Calderón insinúe con tibieza y lejos de casa sobre la eventualidad de que los tentáculos criminales del narcotráfico pudieran haber alcanzado otras esferas del Estado, como el Poder Judicial, viñeta que por lo demás no es ninguna hipótesis, sino un secreto a voces.

En realidad Felipe Calderón se queda corto, y hasta aparece como un político miedoso y timorato frente a una realidad que casi todos conocen, que es noticia casi todos los días en los diarios, que es palpable en los tres poderes y los tres órdenes de gobierno; es decir, que ha atacado a todas o casi todas las instituciones del Estado mexicano. ¿Cuál es esa realidad? Todos la conocen: la del poder corruptor del narcotráfico.

Y es que igual que ocurre con fenómenos celulares degenerativos en los mamíferos —entre ellos los seres humanos—, en el cuerpo social la corrupción, los tentáculos del crimen organizado —en sus muchas formas—, y sobre todo su brazo más rentable y violento, que es el narcotráfico, ya penetraron todas las células sociales, todos los niveles de gobierno, todos los poderes constituidos. En realidad Calderón se quedó corto cuando sugiere que la Operación Limpieza se extienda al Poder Judicial. ¿Por qué razón se queda corto?

Porque si quiere aparecer como un verdadero y real estadista, debe empezar por reconocer que la renta criminal ya forma parte del beneficio de casi todos los sectores sociales. ¿Quiénes son todos?

Podemos empezar por los involucrados en la peliculesca guerra de policías contra ladrones. Las agencias de lucha contra el crimen, como la PGR, la PFP, sus distintas ramificaciones, las policías estatales, las municipales, el Ministerio Público en sus diversos niveles… Hoy sabemos que el Ejército mexicano ha fabricado monstruos sociales como Los Zetas, que también se han involucrado en el narco generales de alto rango, en tanto que otrora afamados policías son hoy reputados narcotraficantes.

Dice Felipe Calderón que la mira de vuelta y apunta al Poder Judicial. Una estadística elemental demuestra dos extremos que están a los ojos de todos. El primero, que todo el Poder Judicial es una gran fábrica de inocentes, por un lado, y por el otro de millonarios. ¿Por qué no se crea una comisión de alguno de los poderes para indagar la riqueza de jueces, magistrados, ministros y hasta secretarios? Un juez del Reclusorio Norte, por ejemplo, vive en el sur de la ciudad de México como verdadero potentado. ¿Cuánto vale en México la justicia, la aplicación judicial? Si se sigue la pista del dinero, implicados provenientes del Poder Judicial llenarían reclusorios. ¿A poco no?

¿Pero qué decir del Poder Legislativo? ¿Por qué creen que todos los partidos políticos hoy están o parecen preocupados —igual que el IFE—, por lo que llaman el blindaje de las campañas? Todos, dirigentes municipales, estatales, nacionales de PRI, PAN y PRD y el resto de partidos saben que, en mayor o menor medida, en muchas de las elecciones de diputados locales, alcaldes, gobernadores, senadores, diputados federales, está metido el narco, sobre todo en regiones de alto impacto criminal.

¿Cuántos alcaldes, gobernadores, legisladores federales llegaron al cargo gracias al narco y —por esa razón—, se mueven en función de ese compromiso? Tampoco ahí termina la historia. ¿Seguro muchos recuerdan las llamadas narcolimosnas? ¿Qué es eso? Pues son los “diezmos” que los narcotraficantes entregan a iglesias como la católica. Sí, por increíble que parezca, no pocas iglesias son producto del narco.

¿Y el futbol? ¿Qué no en semanas recientes un equipo de futbol era propiedad de un conocido narcotraficante? ¿Cuántos más están en esa situación? En el cine, el espectáculo, los antros, los medios, el deporte, la hotelería, la aviación… en realidad el narcotráfico está en todas partes. ¿Podrá la Operación Limpieza llegar a todas esas partes?

Por eso muchos hablan del “Estado fallido”, del fracaso de la naciente democracia mexicana. Las mafias criminales pueden derribar al Estado, pero también las mafias políticas. Y de éstas nadie habla

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